Por Yolanda G. Núñez Palacios
El sueño de lograr dar en el blanco de
cualquier humano u organización humana es constante, conseguir ese golpe de suerte que la lleve a
obtener el éxito en lo que realiza, ya sea con fines sociales, humanitarios de
obtención de un reconocimiento o prestigio o simplemente de alcanzar el lucro deseado es una invariable actitud
que le acompaña el tiempo que dure su vida.
Aquí es donde aparece la conocida
estrategia, casi siempre con una connotación militar, como un plan de ataque
que pueda vencer al enemigo, a la competencia, a los rivales o simplemente a
los que se encuentran en el camino y que en un momento dado serían un factor
para impedir el éxito ante una maniobra dada.
Las definiciones de estrategia son muy
variadas, aparecen algunas como: “El patrón de movimientos de la organización y
de los enfoques de la dirección que se usa para lograr los objetivos
organizativos y para luchar por la
misión de la compañía” (Thompson, Dirección y Admón. Estratégicas, p. 7) en la
que la estrategia aparece como patrón de movimientos actuales que ha sido
formulada en base de anteriores acciones y con una proyección a tendencias
futuras y es que Henry Mintzberg (“Crafting Strategy, Harvard Review 65, núm.
4 jul-ago 1987) alguna vez mencionó que el uso de la estrategia es siempre un
ejercicio continuo ya que esta evoluciona en forma constante como respuesta al
entorno de la organización, como por el esfuerzo de los directivos de crear oportunidades y por las ideas de que
ésta funcione cada vez mejor.
Sin embargo no es tan sencillo
formular una definición definitiva sobre la estrategia, ya que ésta por su
dinámica constante opta por diferentes formas que se adecuan a situaciones
disímiles. En alguna ocasión será un plan que guié una decisión presente hacia
una acción en el futuro. En otras aparecerá como un patrón o modelo a seguir y
así teniendo estándares o parámetros, las acciones que se implementen, siguiendo estos, serán estrategias como las que aplican
aquellas empresas que siguen al líder en el mercado o los incipientes artistas imitando a los consagrados, etc. aunque en
este caso pudieran surgir tres variantes de la misma intención: lo que
realmente se hizo (estrategia aplicada) lo que se quiso hacer en un principio
(estrategia deseada) y lo que tuvo que hacerse (estrategia de emergencia)
Otra variante en la definición de la
estrategia se encuentra en el concepto de posicionamiento, así todas las
acciones que lleven a la compañía a ocupar un lugar en el mercado en comparación con los demás de la
misma industria ó todo lo que se haga para ocupar un espacio en la mente de los
consumidores para ocupar una posición favorable, será también una estrategia.
Para formular una estrategia se
requiere de tener una visión holística
respecto de la misma organización (fortalezas y debilidades), su entorno
(micro y macro) y las tendencias de la misma y del medio en que se desenvuelve,
ya que en ésta estarán involucrados todos los actores que le dan vida. Si
comenzamos por la organización, entonces nos remontaremos a su visión, misión,
objetivos y propósitos, para que la estrategia sea congruente a estos, al mismo tiempo considerar las ambiciones
personales, filosofías empresariales y principios éticos de los
directivos, los valores compartidos y la
cultura organizacional (empleados, clientes, proveedores, comunidad). Hacia
fuera se deberá tener en cuenta las cuestiones sociales imperantes, la política y economía, las condiciones competitivas en el mercado,
el atractivo de la industria y las amenazas y oportunidades para la compañía
(cambios tecnológicos, incursión de productos sustitutos, etc.)
Una vez definida la estrategia de
acción conviene hacer pruebas antes de implementarla, es decir, formular
estrategias alternativas que vayan por caminos laterales al fijado
originalmente, imaginar el escenario donde se aplicará y los resultados que se
desean obtener, probando todas las posibilidades de error, al tiempo de probar
las estrategias colaterales. Y es que se dice que las estrategias sirven de
orientación, si bien es cierto que se necesita un punto fijo a donde llegar, en
el transcurso del camino puede presentarse algún imprevisto y esto nos daría la
opción de retomar el rumbo por un camino alterno. No se trata de cambiarlo, se
trata de llegar y los caminos pueden ser variados.
Cuando son plenamente conocidas las
organizaciones, sus estrategias ayudan a definirlas así tenemos ejemplos de
organizaciones sumamente innovadoras, que constantemente lanzan productos
nuevos al mercado, definitivamente esta es su estrategia, “la innovación” 3M es
una empresa que constantemente desarrolla productos, que además los patenta.
Otras compañías se han definido por una
estrategia basada en las características
o valores percibidos de los productos que ofrecen. TELCEL se ha distinguido
antes que nada, por tener una cobertura total, incluso su slogan menciona…
“Todo México es territorio TELCEL” de ahí que las demás compañías intentan
desarrollar estrategias diferentes y que al mismo tiempo los distingan y al
final terminan ofreciendo precios justos por minuto, precios bajos, alta
tecnología y diseño, etc. al no poder competir contra la cobertura total.
Por cierto, en el párrafo inicial
hablaba de… “dar en el blanco”, como lo veo el blanco es ese tan deseado
posicionamiento o posición deseada, ese ser distinto y distinguirse de los
demás, ser el único ó el primero en algo, tal vez por precio, quizá por calidad, por el uso o aplicación
especial que se le de a sus productos,
por orientarse exclusivamente
al usuario del mismo (apelar a un
estilo de vida) etc. y todo esto por obtener la justa retribución del esfuerzo
invertido para ello. No debemos olvidar que al fin empresas, su fin mediato siempre deberá ser la
obtención de utilidades, si no para que valdría tanto esfuerzo.
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