“El poder de los demás se
fortalece con nuestras debilidades”
Yolanda G. Núñez Palacios
Kenichi
Ohmae en su libro El mundo sin Fronteras,
propone un comercio internacional libre y espontáneo, dejando a las fronteras físicas y
geográficas solamente como una
referencia de los países; pero no un impedimento para realizar transacciones
comerciales con otros países libremente. Para esto, él propone que la manufactura
de los productos tenga un valor agregado para el mercado internacional y que esto sea la base de la
comercialización. Dentro de su visión,
propone que los países que han basado su economía en los recursos naturales
abran sus fronteras hacia los países en proceso de desarrollo y permitan la
entrada de capital financiero y humano y de tecnología que transforme su poder
económico. Así todas las naciones del mundo participarían libremente de éste
comercio y cada una con sus ventajas comparativas podría emerger a un mundo más justo.
La realidad es otra, como hemos podido observar, las naciones altamente industrializadas están creciendo exorbitantemente, mientras que las naciones que tienen una economía primaria se quedan rezagadas, cuando que al mundo entero se le olvida que la población tiene que comer y que también la producción y conservación de los recursos naturales son esenciales para la sobrevivencia humana, y los productos a los que se les ha agregado un valor son los que hasta ahora han generado las riquezas para algunos y la pobreza y explotación para otros.
Mientras
los países de economías emergentes se ponen de acuerdo, los empresarios se
reunieron dentro del marco de la Conferencia Mundial de Financiamiento
para el Desarrollo, convocada por Naciones Unidas en la ciudad de Monterrey N.
L. en el 2002, proponían que el sector privado se involucrara en la prosperidad
de los países subdesarrollados y los empresarios invirtieran parte de sus
ingresos para lograrlo, como manifestó el embajador de Pakistan ante la ONU,
Shamshad Ahmad.
El
país de China ingreso a la OMC (Organización Mundial de Comercio) en diciembre
de 2001 y en junio del 2004 la Unión
Europea presentó un programa de más de 20 millones de euros para ayudar a éste
país a cumplir con las normas de la OMC, cuya aplicación vigila de cerca la
Comisión Europea. "El acceso
de China a la OMC
significó mayor transparencia y respeto a las leyes del comercio internacional.
Eso es bueno para China y también para los inversores europeos", declaró
el comisario de Empresas y Sociedad de la Información , Erkki
Liikanen, durante el lanzamiento del proyecto.
Ahora nuestro país esta viviendo la invasión de los productos
procedentes de China al grado que la Comisión Permanente del Congreso solicitó
al presidente Vicente Fox que antes del 1 de enero del 2005, México ratificara
las cuotas compensatorias a las importaciones de textiles y prendas de vestir
de origen o procedencia china, ya que ese país asiático sigue utilizando
prácticas de comercio desleales. Senadores y diputados habían pedido al
Ejecutivo solicitar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) una reunión
extraordinaria, donde se analizara y evaluara el impacto de las cuotas de
textiles, así como imponer una estricta vigilancia del cumplimiento de los
compromisos de China en este mecanismo en materia textil.
Y no solamente la producción textil y la industria del calzado
están sufriendo los embates de la producción china, en agosto del 2004 en la
XXXI Feria de la Guitarra, Teodoro Barajas Rodríguez miembro del comité
organizador, advirtió que la guitarra de paracho podría perder el 40% del
mercado que tenía hasta ahora y señalaba que la SE (Secretaría de Economía) y
la SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público) no habían hecho nada para frenar las importaciones de
las guitarras chinas. Entonces se dijo que entre 1999 y 2003 ingresaron al país
77,000 guitarras de origen asiático que representaban un costo en el mercado interno de $ 4 millones
y la reducción en el mercado interno del 8%.
Las importaciones chinas están abarcando todo el mercado, la
artesanía primeramente esta sufriendo un fuerte golpe, hoy podemos visitar
lugares como Tonalá y Tlaquepaque famosos por su producción artesanal y comprar
productos que eran originarios y están
firmados “made in china” como la cerámica y
la orfebrería, lo más íntimo de nuestras tradiciones como son los
nacimientos y las figuras religiosas, ahora son chinas.
Los pequeños y medianos productores están cerrando la producción de
sus talleres, para convertirlos en pequeñas comercializadoras de productos
chinos, ya que es mucho más rentable para ellos comprar y vender que ponerse a
producir. Esto esta llevando a que se cierren las fuentes de empleo por una
parte y por otra se esta estimulando el auto-empleo, donde va a llegar el día que
todos vendan algo y entonces ¿quién va a comprar?
Analicemos un poco el fenómeno de China, hasta 1978 era una
economía cerrada y centralmente planificada, después de su incursión en el
2001, se impulsó al comercio exterior y a la IED (Inversión Extranjera Directa)
y se privatizó la agricultura. Todo esto trajo como resultado un dinamismo
económico, con un crecimiento anual del
PIB de 9.3% en promedio, en el 2003 se
convirtió en la séptima economía del mundo con
1381 miles de mdd, cuarto exportador mundial de mercancías con 434 miles
de mdd, principal receptor de la IED a escala global con 57 miles de mdd, esto
resulto en un crecimiento de la industria y el sector de servicios y de una
clase media con poder de compra entre 200 y 300 millones de personas con un
consumo per capita de 7.1% entre 1978 y el 2003 (Fuente: FMI, UNCTAD, Banco
Mundial)
Las ventajas de China en la competencia internacional son el bajo
costo de la mano de obra (40 a 60 centavos de dólar por hora), 60% de la
producción mundial de bicicletas, 50% del calzado y 20% de las prendas del
vestir, en total el 4.4% de las exportaciones mundiales. Para el 2006 se prevé
que duplique su producción de acero, cemento, maquinaria textil, automóviles y
aluminio. Además esta pasando de exportar manufacturas ligeras como juguetes,
calzado y prendas de vestir a productos de mayor valor agregado, principalmente
en la industria electrónica.
Como nuestro competidor en el mercado norteamericano, China
predomina en calzado (68%), manufacturas de cuero (67%) y juguetes (66%),
mientras que nuestro país predomina en
combustible (10%), legumbres y
hortalizas (58%), bebidas (16%) y automóviles y partes (15%). (Fuente:
Confederación Patronal de la Republica Mexicana, 9 de marzo del 2004)
En cuanto a la relación comercial de México con China:
EXPORTACIONES
|
IMPORTACIONES
|
463 mdd, 0.3% del total exportado
|
9.4 miles de mdd, equivalentes
al 5.5% del total importado
|
Por lo tanto hay un creciente déficit comercial de 8,938 mdd. Entre los productos
que México exporta a China se encuentran las partes para computadora, partes
para motores, ácido tereftálico y sus sales, cerveza, mineral de cobre y
navajas para afeitar.
Los productos que recibimos de China son, partes para computadoras, computadoras,
circuitos integrados, aparatos de grabación, partes para los receptores de
radiotelefonía, convertidores estáticos y circuitos impresos, juguetes,
muebles, manufactura de cuero e importaciones ilegales como calzado, prendas de
vestir, enseres domésticos, cosméticos, etc.
Tratar
de encontrar la justificación del éxito por el precio de las importaciones
chinas y el desplazamiento de nuestro mercado nos va a llevar siempre al mismo
punto de partida: el bajo costo de la mano de obra provocado por una
sobre-explotación de jóvenes campesinos chinos en las factorías con jornadas
laborales de más de 12 horas, etc. y etc. y
dejar al descubierto que nuestro mercado interno tiene un enorme hueco,
puesto que ha dado cabida a la intromisión china.
Frenar
la importación legal y la piratería, desde mi punto de vista, no es la solución
de raíz, esto solamente es un paliativo que mitiga el dolor, más no lo cura. En
una ocasión un alumno me decía que tenía la solución para enfrentar el desafío
de China y era que nosotros exportáramos líderes sindicales, con esto
mejoraríamos nuestra economía, nos volveríamos más productivos, no habría tanto
ausentismo, marchas, suspensiones laborales, etc., y a los empresarios chinos
les perjudicaríamos su sistema económico productivo, por lo tanto, dejarían de
ser competitivos.
Aunque
esto es un poco de hilaridad, tiene un tanto de realidad, la situación de fondo
no es tampoco seguir provocando el autoempleo ante la impotencia de crecimiento
y desarrollo de las empresas mexicanas, el impulso debe ser desde las micro y
pequeñas empresas. El apoyo legal a los artesanos para que puedan registrar su
marca y proteger su producción, evitando con esto la clonación indebida de
nuestros productos de origen. Incentivar el desarrollo de mercado tanto
nacional, como al mercado internacional. Aumentar la productividad y desempeño
laboral para minimizar los costos y reajustar los precios de venta, ser más
creativos e innovadores, tener una cultura de compromiso y responsabilidad
laboral, subordinar los intereses particulares
a los intereses nacionales, diversificar la planta productiva, etc.
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