Yolanda G. Núñez Palacios
Termino más utilizado
que nunca, mercadotecnia, cualquiera pretende saber lo que significa y es
restringido a una función aislada, sí alguien realiza bien un cierre de ventas,
entonces … “utilizó bien la mercadotecnia”, sí un anuncio es capaz de captar la
atención del público y ejercer un impacto en él, entonces es …“pura mercadotecnia”, sí un producto nuevo
es lanzado pretendiendo satisfacer necesidades tan gastadas actualmente como
bajar de peso o adquirir potencia sexual, nuevamente …”sus milagros son ardid
de la mercadotecnia” y así sucesivamente.
Entonces surge la
pregunta ¿Qué es en realidad la mercadotecnia? Si no es una función, entonces
qué es. En las compañías modernas desde el ápice estratégico hasta el centro de
operaciones y las divisiones que suelen formarse en las compañías
diversificadas, debe estar presente la mercadotecnia, conectando cada área,
cada operación, cada negocio, cada estrategia al mercado y en el mismo se
encuentra el punto focal llamado “cliente”. Ninguna empresa trabaja para sí,
ningún profesionista trabaja para sí, ni la persona con el oficio más sencillo
lo hace, todos los esfuerzos son encaminados hacia el mismo objetivo…, lograr las mejores condiciones de intercambio
de valores, mediante la satisfacción de deseos y necesidades por quién recibe
lo producido y de beneficios por quién lo otorga.
Así es…”no es una
cuestión estructural simple” es una conexión directa e intrínseca con los
valores compartidos de una compañía y en torno a ellos, entonces, se estructura
la misma a través de sistemas,
habilidades, personal, estilo, estrategias y la misma estructura
organizacional (structure, staff, system, skill, style strategy and share values. Peters
y Waterman, 1982)
Entonces, el meollo
es lograr conocer al cliente, quién es, qué hace, qué quiere, qué desea hoy e
incluso en el futuro. Este cliente toma diferentes dimensiones en el mercado,
algunas veces se presenta como el
comprador de un bien o servicio, en otras ocasiones es el consumidor de esos
productos, a veces es solamente el
influenciador de la decisión de compra y otras solamente será el decisor de la adquisición ó la
combinación de éstos. Cada uno, igualmente importante para una compañía que no
debe buscar solamente el intercambio inmediato, sino procurarse relaciones a
largo plazo y así de esta manera, la misión, visión, propósito, conocimiento,
creación e innovación y los valores compartidos de una organización se
orientaran, en un enfoque holístico para lograr la satisfacción de éste.
El Chartered
Institute of Marketing define a la mercadotecnia como. “El proceso
administrativo responsable de la identificación, anticipación y satisfacción de
los requerimientos de los clientes de una manera que asegure la rentabilidad”
colocando a la mercadotecnia desde el punto de vista de dos posturas:
· Como una actitud corporativa, filosofía,
rasgos distintivos como parte de los valores compartidos; y
· Como una función, conjunto de actividades.
Hablar de una
filosofía, nos traslada a una razón de ser y existir, la respuesta de la
esencia de una compañía y no de una declaración emitida desde los rangos de
alta jerarquía, que en un afán condescendiente hacía su mercado pretende lograr
presencia. Esto se remite, como ya lo dije a la esencia corporativa, a su
imagen trasladada en cada actividad, en cada persona que labora en la misma, en
cada actitud de servicio al cliente. Al delimitarse a los productos que
ofrecen, se limitan a ellos mismos, no es el bien el que adquiere un cliente,
es una promesa, una esperanza, un beneficio que desea lograr con éste, sea una
necesidad real o psicológica, tangible o intangible, es igual, al fin es una
necesidad que requiere ser satisfecha…, la cliente que compra una crema facial,
lo que realmente está adquiriendo es
retener la juventud, una oportunidad de romance, sensualidad, lozanía,
etc.
Al hablar de la
mercadotecnia como función, me remito al “proceso administrativo o
gerencial” responsable de identificar,
anticipar y satisfacer requerimientos de los clientes y con esto llegar al
justo equilibrio de obtener una rentabilidad a través de esta satisfacción y es
que lograr esto sin obtener una utilidad financiera, no es una estrategia saludable de mercadotecnia.
Para lograr la
satisfacción del cliente o consumidor se mezclan los elementos que intervienen
en la mercadotecnia, ya sea las cuatro P’s (producto, precio, plaza y
promoción) o las cuatro C’s (consumidor, costo, conveniencia y comunicación)
integrándose estratégicamente para lograr la complacencia de éste para lograr
beneficios bilaterales, empresa-cliente, cliente-empresa. Además en estos tiempos hay que planear las
acciones de forma global, las fuerzas motrices que presionan a las empresas
como: cambios tecnológicos, cambios culturales y aculturación, incursión
desmedido de nuevos productores, incremento de importaciones, generación de
productos sustitutos, volatilidad económica y financiera, complican la
integración de la mezcla de mercadotecnia, para obtener resultados favorables.
Con todo y esto, la esencia de la mercadotecnia está ahí: lograr procesos
sociales y administrativos que ayuden a decidir producir e intercambiar valores
por satisfactores.
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