Yolanda G. Núñez Palacios
Encontrar
la definición de creatividad, me ha llevado a realizar un acto creativo
indudablemente, ya que podemos comenzar con describir textualmente su
significado y así decir que es “producir algo de la nada” desde este supuesto
se podría pensar en la creatividad de Dios… “Dios creo cielos y tierra…” da la
idea de comenzar, fundar, inventar, ser el primero en…, hacerlo nacer (en
sentido figurado) llamar la atención de los demás, ver lo que otros no ven y llevarlo a cabo,
etc.
Sin
embargo no cualquier acto u obra por asombroso que éste sea puede ser llamado creativo, ya que
aquí entraría una condición humana y social, para que realmente lo sea, es
necesario que impacte benéficamente al entorno social, porque sí no de otra
manera en lugar de crear se estaría
destruyendo o sea lo contrarío de construir, que es a lo que nos debe de llevar
la creación.
Tal vez
la creatividad tenga una asociación con la resolución de problemas, quizá una
necesidad de transportar algo pesado llevó al hombre de la prehistoria a
diseñar la rueda, lo que nos llevaría a otra postura de la creatividad, que es
una condición eminentemente humana, de aquellos que en el principio fuimos
creados y somos nosotros los que tenemos necesidades que nos llevan a crear las
soluciones, por cierto pensando en el primer párrafo… Dios no tiene
necesidades, por lo tanto no fuimos creados para suplírselas, entonces esto es
material para otra discusión.
Desde
este punto de vista la primera condición para ser creativo es ser humano,
entonces la pregunta sería… ¿Por qué no podemos ser creativos? En el estado
primero de nuestra existencia, nos dedicamos a explorar el medio donde nos
encontramos, los bebés en su proceso de conocimiento, todo lo tocan, todo se lo
llevan a la boca, cuando crecen un poco más, interpretan la realidad a través
de sus juegos y es en ellos en donde creativamente empiezan a fantasear
resolviendo o proponiendo respuestas a todo cuanto les rodea. Es probable que
con nuestro proceso de maduración, acompañando de la socialización permanente
debido a las interacciones con los demás individuos, es que somos moldeados a
una sociedad que dicta todo lo que es apropiado, aceptado y valido y es muy
probable entonces que esa creatividad innata se vaya reprimiendo por las normas
de comportamiento social.
Si
revisamos la biografía de cuantos consideramos creativos y que por cierto han
dejado grandes legados a la humanidad, en el momento en el que vivieron fueron
personas fuera de contexto, incluso consideradas fuera de sus cabales por las
propuestas o inventos que realizaron en su época, pero que al correr del tiempo
representan los avances que dieron pie a el desarrollo de la humanidad.
Los
bloqueos a la creatividad pueden provenir de adentro del mismo individuo y de
fuera, por ejemplo, internamente, el temor a equivocarse, al ridículo, a la
burla, a parecer inmaduro, a la falta de seguridad personal, a los bloqueos
preceptúales, etc. Estos últimos suceden porque la percepción individual es desarrollada
por nuestros intereses, expectativas, conocimiento, experiencia, estado
emocional y actitudes, esto lleva al individuo a autoajustar o seleccionar todo
aquello que se desea percibir, en principio esto es bueno ya que sí
procesáramos absolutamente todos los estímulos que recibimos, bloquearíamos al
cerebro provocando choques intensos. Y en cuanto a la parte externa, está la
presión social, con base a las normas generalmente aceptadas se desarrollan
estereotipos que difícilmente tenemos la capacidad de modificar…, “todo es
así, porque así debe ser” realmente no
hay una respuesta objetiva a lo normado, todos lo seguimos, sí no seríamos
considerados desviados socialmente hablando,
la cultura como un compendio de creencias, actitudes y valores también
hace lo suyo restringiendo la capacidad creativa, que en todo caso se pensaría
que es romper de alguna manera lo establecido.
El
pensamiento vertical habla de encontrar algo desde el mismo punto de partida,
como sí se tratará de escarbar en el mimo punto hasta ser encontrado lo que
buscamos, el pensamiento lateral u horizontal propone que se busque en
diferentes puntos para encontrar la misma respuesta y es aquí en donde se
empiezan a romper los paradigmas… ¿Por qué un reloj siempre tiene que ser redondo?
¿Por qué los limpiaparabrisas deben ser un brazo dotado de un cepillo de hule para
retirar el agua? Etc. ¿Ha podido notar la evolución del diseño de las podadoras
de pasto y las últimas no tienen nada que ver con las originales?
Guilford (1950) propuso cuatro criterios
importantes para identificar a la creatividad: fluidez, alta frecuencia de
ideas; flexibilidad, las modificaciones a la idea; elaboración, el grado de
acabado de un producto; y originalidad, lo novedoso del producto.
El principal problema que aparece en la
aproximación de Guilford, y por consecuencia en los instrumentos de evaluación
de la creatividad que usan este modelo, es la consideración de la creatividad
como un fenómeno más o menos general, individualizado y descontextualizado del
entorno social. El problema de las aproximaciones hacia una creatividad general
es que consideran que ésta existe de manera global; sugiriendo así que se es
creativo, medio creativo o no creativo. Esto, al parecer es falso. La
creatividad, por ejemplo, puede manifestarse en las relaciones interpersonales
y no estar presente en las habilidades espaciales, o estar ausente en las
capacidades verbales y presente en las habilidades musicales[i].
Siguiendo con el planteamiento de que es
una cuestión humana y social, el simple hecho de reconocer un problema como
tal, ya se está siendo creativo, tal vez la solución del mismo sea
instrumental, utilizando herramientas y apoyos ampliamente conocidos, de esta
forma se puede pensar que creatividad no es sinónimo de solución de problemas;
pero sí un detonador de la misma.
El modelo Holodimérgico, de la psicología
transpersonal (Aluni y Penagos, 2000), considera que la naturaleza humana está
integrada por 7 dimensiones: biológica, intracomportamental,
intercomportamental, cognitiva-emocional, ecológica, de conciencia y de
trascendencia. Desde la perspectiva de quien esto escribe se afirma que el acto
creativo es el proceso de mayor unicidad entre la conciencia y el trascender
además de la posible inclusión de las otras dimensiones en este proceso de
unicidad. Cuando alguien crea, requiere de capacidades especiales para el
ámbito de desempeño, requiere de habilidades comportamentales necesarias, de un
adecuado funcionamiento cognitivo, pero sobre todo de un darse cuenta que generalmente,
al convertirse en producto el desempeño creativo trasciende a la persona,
convirtiéndolo en transpersonal.
En educación hablamos del proceso de
autogestión, resultado también del desarrollo creativo de cada uno de nosotros,
somos autogestivos cuando nos descubrimos a nosotros mismos, cuando sabemos
cómo aprendemos, cuando se desarrolla internamente el deseo de investigar, de
solucionar, de proponer, es decir de crearnos a nosotros mismos.
La creatividad inunda cualquier espacio, en
Mercadotecnia es indispensable, el desarrollo de estrategias son actos
creativos que proponen soluciones de mejora, de competencia por el mercado y de
generación de utilidades vía ventas, optimización de los recursos, de la
producción etc. tal vez la parte más tangible de este acto creativo sea el
desarrollo de productos, entendiendo producto cualquier cosa que se pueda
ofrecer en el mercado y sea capaz de llamar su atención para su compra y
adquisición[ii]
desde este punto de vista, producto será entonces, una persona, una idea, una
institución, una corriente religiosa ó política, un lugar, un objeto y un
servicio.
Los argumentos para incentivar el
desarrollo de productos pueden ir desde los económicos, (incentivar la
productividad, impulsar la economía nacional, producir satisfactores que puedan
exportarse, mejorar la balanza comercial, incrementar el PIB, etc.) sociales,
(reconocimiento, prestigio, lealtad y seguimiento, etc.) personales
(satisfacción, desarrollo personal, renovación, vigencia, etc.) Sea cual sea el
estímulo el resultado impacta al consumidor, al tener más y mejores alternativas
de compra, a la empresa, al incrementar sus utilidades vía optimización de sus
recursos, producción y ventas, al país, al mejorar la balanza comercial, al
propiciar exportaciones, al provocar desarrollo social y político, por el
desarrollo social.
Sea cual sea el argumento, quiero regresar
al párrafo inicial, somos creativos porque somos creados, porque queremos
desarrollarnos, seguir con la inercia de
la evolución y trascender y porque nos da la gana…. ¿Por qué no?
[i] PENAGOS Julio Cesar, “Creatividad, Asociación y
Ruptura” maestro de la Universidad de
Puebla.
[ii] KOTLER, Phillip, “Marketing”,
Editorial Pearson, México, 2 002
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