Yolanda G. Núñez Palacios
Mercadotecnia Ranchera es el nombre
con el que el Lic. Miguel Méndez Bernal nombró a su conferencia sobre la Tienda
de Muebles y enseres Domésticos “EKAR de
GAS” Título que por supuesto llamó mucho la atención a quienes nos dimos la
tarea de asistir y escuchar más que una ponencia, una charla que resultó ser un
tanto amena, espontánea y con un delicioso tinte de informalidad. El auditorio
se encontraba lleno de curiosos y más por el hecho de que nuestro conocimiento
de la mercadotecnia proviene en gran medida de nuestro país vecino del norte y
la expectativa que se generó sobre sí se puede y cómo hacer un marketing
ranchero que realmente funcione. Y como era de esperarse, el ingenio y
creatividad mexicana se dio el lujo de engalanar esa tarde.
Con un pequeño negocio en el que se
vendía gas, cilindros y tanques, Don Carlos Méndez Castillo comenzó en la calle
de R. Michel frente a la vieja Central Camionera de Guadalajara y a treinta
años de distancia hoy cuenta con 13 sucursales apostadas en puntos estratégicos
de la ciudad, vendiendo con éxito una extensa línea de muebles, aparatos
electrodomésticos y otros enseres para el hogar.
Sin estudios de Mercadotecnia; pero
con una gran sensibilidad, desarrolló una capacidad de observación del mercado,
sus tendencias, volatilidad y dinámica. Recorriendo a pie los alrededores de la
tienda y conversando con los vecinos, se pudo dar cuenta de sus necesidades y
en base a ello empezó a tomar decisiones en cuanto a extender la línea original
con la que comenzó a trabajar, comenzando por vender estufas y parrillas, para
posteriormente ampliar la línea blanca, hasta llegar a la variedad de productos
que hoy en día oferta.
Por observación también dedujo los
motivos de compra dentro del segmento de mercado en que se encuentra, por
cierto muy representativo de la inmensa mayoría del mexicano promedio, estoy
hablando de un nivel C y +D. La
información que manejamos en general sobre comportamiento del consumidor se vio
enriquecida en gran manera por las apreciaciones del Lic. Miguel Méndez (hijo del fundador de EKAR) cuando nos
recordó las respuestas que manejamos
particularmente los mexicanos ante ciertos estímulos que nos llevan a comprar,
como por ejemplo: por satisfacer problemas personales…¡¡porque el tiene y yo
no!! Por envidia, por placer, por
economía, para desahogar cargas emocionales en el mismo producto… “para evitar
seguir peleado con su esposa con el constante reclamo de… ¡mi comadre tiene una
lavadora automática y tú no me quieres
comprar una! El señor de la casa termina llevándola a que escoja una y santo
remedio, con la lavadora se restableció la paz del hogar. Por coraje… “a que yo
también puedo tener un estereo nuevo como mi compadre” y así sucesivamente. El servicio obviamente
deberá estar ajustado a esa carga emocional, por lo que los vendedores deben
tener la suficiente agudeza para detectar que es lo que motivó a sus clientes
a preguntar para después comprar tal o cual aparato, sino
esto se convertiría en un boomerang emocional que agravaría la situación del
cliente y por supuesto, la venta no se cerraría. En un mal servicio se pierden
cargas de dolor no satisfechas por parte del consumidor y el vendedor, pierde
una venta.
Por la experiencia acumulada por
años, se dieron cuenta que los decidores
de la compra no siempre son los que realizan la misma: “llega la mamá
acompañada de su hijo pre-adolescente a ver estereos, entonces el vendedor nota que quién tiene los conocimientos
técnicos del funcionamiento del mismo, es el hijo, por lo que la atención la dirige
principalmente a él, quién posteriormente se encargará de convencer a su mamá,
sobre cuál es el estereo que les conviene llevar. La mamá se limitará a pagar”
Notaron un fenómeno particular en la
conducta de las parejas al ir comprar aparatos domésticos, en el que generalmente el hombre no pasa al
interior de la tienda, se queda en la puerta criticando todo lo que sucede
dentro, y con el clásico…”te lo dije vieja, aquí… ni nos pelan, mejor vamonos” esto para evitar la compra ( o mejor dicho el
gasto) , se dieron a la tarea de atender por separado a los señores
distrayéndolos y a la vez vendiéndoles lo que a ellos sí les interesaría
comprar.
Algo interesante también, es la
observación hecha sobre que…”a la gente no le gusta entrar a una tienda” por lo
que… “sacaron la tienda a la banqueta” y así al pasar los transeúntes e
internarse entre los productos, cuando acordaban ya habían dado pie dentro,
ahora el reto era mantenerlos ahí, así que en un tiempo les ofrecían palomitas
de maíz y refrescos en la entrada. “Lo difícil es que entren, lo demás será solamente mostrar la variedad en precios, marcas y
calidades, para que el cliente se vea seducido a comprar”
Todo esto aunado a las ingeniosas
campañas que sacan cada año, sobre todo en fechas conmemorativas, día de la
madre, etc. Es que han logrado el crecimiento y posicionamiento en su segmento
de mercado. Por cierto ofrecen las mismas marcas que en tiendas departamentales
de prestigio, solamente que a un precio muy reducido, ya que Don Carlos
discurrió en usar una de las más difíciles estrategias de mercadotecnia, “el
precio bajo”, por lo que se ven obligados a vender volúmenes de mercancía y de
contado para compensar este “detallito”.
Las personas de zonas residenciales compran más caro y a crédito, por no
pasar la vergüenza de que un camión de EKAR de GAS les lleva a su domicilio la
compra, peculiaridades de clase social que son inevitables.
En fin, poco más o menos, es el
planteamiento de Mercadotecnia Ranchera, lo que considero muy rescatable es no olvidar
que marketing es una actitud de constante conocimiento del mercado, innovación
y creatividad, visión, agudeza, sensibilidad para captar los cambios y
tendencias del mercado, aún antes de que se den, una forma de ser, creer, sentir, toda una
filosofía, una persistente búsqueda de satisfacción de deseos y necesidades de
los consumidores, no nada más en el producto “per se” sino en la implicación
interna del consumidor al adquirir el mismo, ranchera o urbana, diferenciada o
global, la vigencia del conocimiento de Mercadotecnia es incuestionable.
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